SONIDO Y MATERIA: nuevas fórmulas para la salud.

Parece increible, pero es científicamente cierto y está demostrado.
Desde el mayor objeto del cosmos hasta la más pequeña partícula de materia son formas de energía. Precisamente eso es el centro de la investigación actual para la que se ha creado el Gran Colisionador de Hadrones.
Y la vibración es la clave de todo. Por eso, las diferentes frecuencias de sonido son capaces de ejercer sobre la materia modificaciones y formas de organizarse que varían según lo hace la vibración.
La armonía o el caos son el resultado.
Masaru Emoto lo ha investigado y demostrado con las moléculas de agua.
Otros científicos, como por ejemplo Hans Jenny, han realizado sus experimentos con elementos como la sal común, las limaduras de hierro, el polvo de talco, etc.

http://www.youtube.com/watch?v=MPcJbb5Qfj0

Lo que entiendo como más interesante es llegar a saber hasta qué punto nuestra salud puede verse afectada por los sonidos que nos rodean.
Evidentemente somos materia, igual que un planeta lejano e igual que una mota de polvo sobre la mesa de nuestro cuarto de estar.
Si estamos rodeados de todo tipo de frecuencias sonoras, tienen que estar repercutiendo en nuestro organismo.
En consecuencia, también podemos emplear este conocimiento para solucionar enfermedades o, al menos, mejorarlas.
Puede que en un futuro no tan lejano sea una de las terapias recomendadas en los centros de salud, ya que entre otras cosas resultaría económico y no reportaría problemas de efectos secundarios.
Todo un campo de posibilidades se abre ante nosotros.
Una muy buena noticia.