Muchas bacterias, virus y toxinas han sido mencionadas en varias fuentes de la literatura como posibles agentes biológicos utilizados en la guerra biológica.
A pesar de que cada uno de estos organismos tienen características muy diferentes, algunos comparten características comunes:
1.- Se pueden dispersar en aerosoles (partículas sólidas o líquidas disueltas en un gas), de forma que pueden permanecer suspendidos bajo ciertas condiciones climatológicas durante horas, pudiendo ser inhaladas por la víctimas a través del sistema respiratorio.
Los aerosoles pueden dispersarse con tecnologías muy simples, incluyendo sprays industriales que pueden generar un tamaño de partícula más pequeña. La forma en que estos aerosoles se pueden difundir es a través de aviones, barcos, y armamento militar
2.- Las condiciones climatológicas son un factor clave en la expansión de los agentes.
La velocidad del viento suele ser más baja durante la noche y la madrugada, lo que presenta una situación ideal para la dispersión de los aerosoles.
3.- Otra posible fuente de contagio de los agentes biológicos es por ingestión de los mismos, a través de alimentos o aguas contaminadas.
En general, esta forma de contaminación presenta menor importancia que la trasmitida por vía respiratoria.
El impacto potencial de las armas biológicas está perfectamente ilustrado en la publicación de 1970 "Health Aspects of Chemical and Biological Weapons" de la "Organización Mundial de la Salud".
Se estima que 50 Kg de esporas de Bacillus Anthrax por ejemplo, expandido en 2 Km a una población de 500.000 personas no protegidas, en condiciones meteorológicas ideales, puede viajar hasta 20 Km y afectar hasta 1.250.000 cuando pasa la nube.
Por tanto, una ofensiva con armas biológicas de ciertos organismos biológicos, bajo condiciones meteorológicas propicias, puede ser realmente un arma de destrucción en masa.
INFORMACIÓN COMPLETA EN:
http://www.tecnociencia.es/especiales/guerraquimica/armasbio.htm
Este documento ha sido elaborado a partir del Hanbook "Medical Management of Biological Casualties" Editado por U.S. Army Medial Research, Institute of Infectious Diseases, 1999.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario