Una vez más, un profesional de la salud se manifiesta en la línea del Doctor Hamer:
Bernabé Tierno, psicólogo, escritor y pedagogo, dice que quejarse constantemente reduce las defensas del cuerpo humano ante las enfermedades, por lo que las personas que están instaladas en el lamento permanente son "caldo de cultivo" para la gripe A .
Es de la teoría de que cuando alguien está acostumbrado a ponerse "en lo peor" desencadena un "estrés anticipatorio" y enferma más fácilmente que las personas optimistas e ilusionadas con la vida.
En su opinión, las personas quejicosas se sienten muy cómodas en un "negativismo casi ritual" porque durante años han estructurado sus neuronas así, pero, como "todo lo crea la mente, según manifiesta, es posible revertir esa tendencia dedicándose a vivir más pendiente de lo que se tiene que de lo que falta.
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http://www2.deia.com/es/impresa/2009/08/27/bizkaia/gizartea/590153.php
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